Imagínese que es usted propietario o gerente de cuentas de una pequeña empresa dedicada a la fabricación, producción, ofrecer servicios, realización de proyectos, construcción, o cualquier otro oficio, y que aunque son tiempos difíciles, incluso para prosperar recogiendo los trabajos que los demás no quieren, ve la necesidad de mejorar su productividad y dar un vuelco a la gestión de su empresa desde la raíz.

Haciendo caso a Albert Einstein cuando dijo “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, observa la necesidad de impulsar a su empresa partiendo de un cambio en su gestión y organización.

Posiblemente sea este el punto, en el que detecte la necesidad de incorporar un software que le ayude en las labores de gestión, producción, fabricación, financieras, etc de su empresa. Llegada a esta situación, y tras leer un poco de las alternativas del mercado posiblemente se plantee la siguiente pregunta.

¿ Qué tipo de software implantar en mi empresa ?

A.- ¿ Un software vertical o paquete informático (suite) específico para mi sector?

B.- ¿ Un ERP (Enterprise Resource Planning), es decir, un Software Integral para la  Planificación de los Recursos de mi Empresa?

Si esta pregunta me la hubiese hecho hace 10 ó 15 años, posiblemente podría aconsejarle la implantación de una aplicación o suite específica para un sector, o incluso, según fuese el caso, el desarrollo de una solución a medida (suponiendo que no existiese solución estándar en el mercado válida para su negocio, o tuviese unos requisitos muy específicos no incorporados en las soluciones paquetizadas). En aquel momento las soluciones ERP existentes en el mercado, estaban destinadas para grandes empresas y corporaciones, y por lo tanto su coste era muy elevado. Eran más rentables las soluciones verticales o suites estandar.

Sin embargo, hoy en día ya no es así. El costo de los programas informáticos se ha reducido, y la escalabilidad del software es mucho mejor gracias a la evolución de las herramientas de desarrollo. A esto hay que unir, que durante este tiempo, la estrategia de un gran número de empresas de desarrollo de ERP ha cambiado, para centrarse en el mercado pequeño-medio (small and middle market), es decir, en la pequeña y mediana empresa PYME. En ese sentido, hoy tenemos soluciones ERP modulares que permiten a la empresa adquirir aquella funcionalidad necesaria, sabiendo que el producto se podrá escalar según esta evolucione.

En la actualidad es preferible elegir la implantación de un ERP. Pero, no me malinterprete, si lo desea, podrá comprar una suite o software vertical específico de su sector, y estos productos seguirán teniendo su nicho de mercado, sin embargo, cada vez tienen menos sentido. ¿ Por qué ? Estas son algunas de las razones:

Adecuación. ¿ por qué comprar algo que sólo le ofrece una parte de lo que usted desea ? Los ERPs actuales son modulares y ofrecen muchísimas funcionalidades capaces de satisfacer sobradamente su demanda, por lo que sólo necesitará incluir aquello que necesita.

Escalabilidad. ¿ qué sucederá según su empresa crezca y demande nuevas funcionalidades ? La modularidad de un ERP, le permitirá incorporar aquellas nuevas características que inicialmente no requería.

Flexibilidad: ¿ Quién sabe a donde evolucionará su empresa en 5 años ? Su empresa no puede quedarse estancada, porque el software que utiliza no puede realizar un nuevo proceso o atender una nueva necesidad. Los ERPs son personalizables, por lo que si demanda la gestión de un nuevo proceso, tendrá la posibilidad de incorporarlo mediante 3 vías, que según el caso pueden ser:

o La parametrización del módulo implicado
o La adquisición de un módulo que resuelva la nueva necesidad
o El desarrollo de un software específico integrado en el ERP

Por el contrario, si usa un software vertical, lo máximo que podrá hacer es sugerírselo a la empresa responsable del producto, y esperar a que un día piensen en incorporarlo.

Integración en las labores del negocio. Un ERP maneja la información como un todo, es decir, la información de los diferentes módulos están interrelacionadas en una misma base de datos. Por ejemplo, producción debe estar comunicada de forma efectiva con la contabilidad, ventas, compras o cualquier otro departamento de la empresa.

Necesidad de integración EDI (intercambio electrónico de datos) con otras empresas. Según crece una empresa, puede acceder a mejores clientes, y llega un momento, en el que por ejemplo, para agilizar los procesos de compras y ventas, los clientes demandan la comunicación automatizada entre los sistemas informáticos de ambas empresas, para la realización de estas labores. Esta es una de las cuestiones que suelen estar soportadas por los modernos sistemas ERP.

Garantía de continuidad. Muchas suites informáticas de software vertical, suelen estar desarrolladas por pequeñas o medianas empresas de dudosa continuidad, o con dificultad para soportar una época de bajo negocio. Sin embargo, el desarrollo de un ERP, requiere la existencia de una empresa solvente, habitualmente respaldada por un grupo inversor, con suficiente capital como para sostener el desarrollo de las dimensiones de un ERP.

Relación Funcionalidad / Precio: Esta relación, suele ser mayor en los ERPs destinados a la PYME que en muchas suites sectoriales estándar. Es decir, lo que ofrecen, y al precio al que lo hacen suele ser más rentable. Es más, con objeto de abaratar costes y facilitar la penetración de los ERPs en las Micro PYMES, se está comenzando a utilizar un nuevo modelo de negocio llamado SAAS (Software As A Service) o también llamado Software como Servicio. En esta modalidad, se ofrece a la empresa la posibilidad de alquilar el uso del ERP, para minimizar los costos y el riesgo de la inversión inicial. Esta forma de negocio, se concibe como una opción con proyección en los próximos años para aquellas empresas que, por sus limitaciones económicas, hasta la fecha sólo podían optar por Suites Informáticas Verticales, que limitaban su crecimiento.

Como puede ver, existen razones de peso para decantarse por una solución ERP frente a un software vertical específico del sector. Es más, muchos desarrolladores de ERP, como consecuencia de su recorrido y continuo contacto con las empresas, suelen tener soluciones verticales basadas en su ERP para sectores específicos, como por ejemplo: viñedos, construcción, inmobiliarias, industrias de producción y fabricación, etc. Razón más aún para seleccionar un ERP en esta decisión.

En conclusión, pocas bazas tiene a su favor un software vertical específico de un sector, siendo una de ellas el precio. Pero como hemos comentado este factor cada vez reduce su diferencia, y si a esto añadimos las posibles subvenciones existentes de la administración pública por modernización en la empresa, puede llegar a ser nulo.